El concepto del proyecto de esta vivienda unifamiliar de fin de semana, nace de los condicionantes impuestos por la propiedad, en cuanto a programa y modo de vida, donde la diferenciación entre el espacio público y privado resultaba fundamental, así como la morfología de parcela y la conservación de varios arboles existentes.

De esta manera el salón se platea como el elemento visagra que conecta e independiza los diferentes elementos del programa, que mantiene el diálogo entre lo púbico y privado, que comunica norte-sur permitiendo una ventilación cruzada, esto junto a los porches de verano e invierno permiten contribuir al confort térmico de la vivienda.

Arquitectónicamente aparecen diferentes volúmenes cerámicos con cubiertas inclinadas, masivos, de geometría rotunda  que se conectan entre sí a través de la cubierta plana del salón que flota sobre paramentos de vidrio. aparece lo tectónico y estereotómico. Esta imagen disgregada de los diferentes volúmenes contenedores de programa se hace posible utilizando los espacios de despensa y estudio, como juntas entre  ellos. El acceso desde el exterior se plantea como una promenade entre la vegetación de frutales y flores .